IDEA PRINCIPAL
Se denomina al pensamiento sistémico como la quinta disciplina porque es un marco para ver interrelaciones, interconexiones y patrones de cambio en vez de situaciones estáticas y es la base conceptual de las cinco disciplinas de aprendizaje expuestas en este libro. Todas necesitan un cambio de enfoque: ver totalidades en vez de partes. No se puede ver a las personas solo como seres humanos que se limitan a reaccionar con impotencia, se les tiene que ver como partícipes activos en la construcción de su entorno.
IDEAS SECUNDARIAS
Hoy en día el ser humano tiene gran capacidad para crear más información de la que alguien pueda absorber, generando una mayor interdependencia e impulsando cambios con un ritmo difícil de seguir. Es una escala de complejidad que no tiene precedentes pero es precisamente el pensamiento sistémico el correctivo para esa sensación de impotencia, ya que permite ver las “estructuras” que están dentro de situaciones más complejas, que llevan a planear cambios de alto y bajo impacto. Así se logra reaccionar ante el presente, y se crea el futuro.
CONCLUSIONES
En la mayoría de los sistemas, hacer lo obvio no produce el resultado obvio y deseado, cuando las intervenciones obvias producen consecuencias no obvias, hay complejidad dinámica.
Es importante apuntar que para hallar un punto de apalancamiento en la mayoría de las situaciones empresariales se hace necesario comprender la complejidad dinámica y no la complejidad de los detalles.
Cuando una misma acción tiene efectos muy diferentes a corto y a largo plazo, se dice que hay complejidad dinámica y cuando una acción tiene un conjunto de reacciones locales y otro conjunto de reacciones distintas en otra parte del sistema, se dice que hay complejidad dinámica.
DESDE LO PERSONAL
En algunos momentos de nuestras vidas “La complejidad” puede fracturar nuestra confianza y responsabilidad, cuando empleamos por ejemplo muletillas, como: “es demasiado complejo para mí” o “no se puede hacer nada, es el sistema”. Pero es aquí donde el pensamiento sistémico ofrece un lenguaje que comienza por la reestructuración de nuestro pensamiento.
DESDE LO PROFESIONAL
La mayoría de los “análisis de sistemas” se concentran en la complejidad de detalles, no en la complejidad dinámica. Lamentablemente las simulaciones con miles de variables y complejos despliegues de detalles nos impiden ver patrones e interrelaciones. Para la mayoría de la gente el pensamiento sistémico significa “combatir la complejidad con la complejidad”, diseñando soluciones cada vez más “detalladas” para problemas cada vez más “complejos”, razón por la cual, encontramos que herramientas sofisticadas de pronóstico y análisis, así como planes estratégicos, a menudo fracasan en el intento de generar mejoras rápidas en la administración de una empresa.
Vemos entonces como pueden enfocarse problemas dinámicos como: el equilibrio entre el crecimiento en el mercado y la expansión de la capacidad, el desarrollo de una mezcla beneficiosa de precio, producto, calidad, diseño y disponibilidad para obtener una posición fuerte en el mercado o el mejoramiento de la calidad, o la disminución de los costos y la satisfacción de los clientes.
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